Molly Eskam caminó por la playa con un traje rojo brillante.
Su presencia es magnética y atrae a los demás con un encanto irresistible que los cautiva. Y mientras navega por los altibajos de la vida con resiliencia y compasión, deja tras de sí un rastro de inspiración y admiración, un testimonio del poder perdurable de la verdadera belleza interior.